Water Babies enseña a nadar a bebés y niños pequeños desde 2002 y ahora enseña a más de 48.000 pequeños cada semana. Con un claro énfasis en la diversión, sus lecciones, ganadoras de múltiples premios, son extremadamente sociables para ambos y una excelente manera de hacer nuevos amigos. Les pedimos que compartieran sus consejos expertos sobre cómo hacer que sus pequeños se metan en la piscina...
Lleva a tu bebé a nadar
Si llevas a tu bebé a nadar lo antes posible, le estarás enseñando a hacer ejercicio y fomentando un estilo de vida saludable desde el principio. La natación es fantástica para tu bebé, ya sea que quieras hacer un curso especializado o simplemente chapotear en la piscina. Desarrolla habilidades de aprendizaje, aumenta la confianza, mejora la coordinación y mejora el bienestar. Además, las directrices del Servicio Nacional de Salud (NHS) indican que los bebés no necesitan haber recibido sus vacunas antes de poder nadar, por lo que es la única actividad estructurada que pueden hacer juntos desde el nacimiento.
Además, familiarizar a los niños con el agua desde una edad muy temprana ayuda a prevenir el desarrollo del miedo al agua más adelante. Le estará enseñando a su bebé una habilidad clave desde el nacimiento que le servirá durante el resto de su vida.
La natación para bebés es una actividad completamente relajante y divertida, perfectamente diseñada para fortalecer el vínculo entre padres e hijos. Y, mientras aprendes nuevas habilidades todo el tiempo, tú y tu hijo siempre sentiréis que os estáis divirtiendo al máximo.
Entonces, ya sea que lleves a tu bebé a la piscina sola o a clases estructuradas, asegúrate de que su primera visita sea una introducción positiva y amable a este mundo multisensorial.
Consejos prácticos…¡si decides dar el paso!
- Las pautas del NHS indican que los bebés pueden nadar antes de ser vacunados. Sin embargo, si tu bebé nació prematuro, debes consultar con tu médico antes, al igual que si tienes otras inquietudes médicas.
- Verifique siempre la temperatura del agua: debe ser superior a 30⁰ para un bebé mayor de 12 semanas (o que pesa más de 12 libras) y superior a 32⁰ si es más joven o más pequeño.
- Puede que valga la pena invertir en un pequeño traje de neopreno para bebé si vas a la piscina local y no estás seguro de las temperaturas.
- Limite las primeras sesiones a unos 20 minutos: los bebés se cansan fácilmente en el agua y hay muchas sensaciones nuevas que pueden experimentar.
- Lleva dos toallas para tu bebé: una para cuando salgas de la piscina y otra para después de la ducha, y un gorrito para cuando salgas al exterior.
- Prepárate para darles una gran comida después de nadar: ¡estarán hambrientos después de tan buen entrenamiento!
- Cuando entren juntos a la piscina por primera vez, sonría y háblele a su bebé para asegurarle que es una experiencia divertida (¡y no lo abrace demasiado!). Lo que usted sienta siempre se transmitirá a su hijo, por lo que cuanto más relajado esté usted, más feliz será él.